Descubre cómo la braquioplastia o lifting de brazos puede eliminar el exceso de piel y grasa tras una pérdida de peso o envejecimiento. Conoce las técnicas, recuperación y resultados junto al Dr. Antonio García Rodríguez en Guadalajara.

Los brazos son una de las zonas que más reflejan los cambios del cuerpo con el paso del tiempo o tras una pérdida significativa de peso. La piel pierde firmeza, se descuelga y puede afectar la forma del brazo, generando inseguridad al vestir o al realizar actividades cotidianas.
Es por eso que una braquioplastia, también conocida como lifting de brazos, es una cirugía que puede restaurar la firmeza, definir el contorno y dar proporción a la parte superior del brazo, eliminando el exceso de piel y grasa de manera precisa y segura.
En Guadalajara, el Dr. Antonio García Rodríguez, especialista en cirugía post-pérdida de peso y contorno corporal avanzado, ofrece este procedimiento con una combinación de técnica refinada, realismo estético y acompañamiento integral antes, durante y después de la cirugía.
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La braquioplastia o lifting de brazos es un procedimiento quirúrgico diseñado para eliminar el exceso de piel y grasa en la parte interna del brazo, especialmente en personas que han perdido peso o presentan flacidez por envejecimiento.
El objetivo no es solo tensar la piel, sino redefinir la forma del brazo desde la axila hasta el codo, logrando un contorno más firme, armónico y proporcionado con el resto del cuerpo.
A diferencia de tratamientos no quirúrgicos como la radiofrecuencia o el láser, la braquioplastia ofrece una corrección completa y duradera, especialmente en casos moderados o severos de flacidez.
Este procedimiento está indicado para personas que:
En pacientes que han pasado por cirugía bariátrica o grandes transformaciones corporales, la braquioplastia forma parte del proceso integral de recontorneado corporal, una de las áreas de mayor especialización del Dr. García Rodríguez.
Cada paciente tiene una anatomía diferente, por lo que la elección de la técnica depende del grado de flacidez, la cantidad de piel sobrante y los objetivos estéticos.
Ideal para personas con flacidez leve. En este procedimiento, la incisión se realiza dentro del pliegue axilar, permitiendo eliminar el exceso de piel cerca de la axila con una cicatriz mínima y poco visible. Asimismo, se puede combinar con liposucción para mejorar la definición del contorno.
Esta es la técnica más común para tratar la flacidez moderada o severa. Implica una incisión desde la axila hasta el codo en la parte interna del brazo, lo que permite retirar la piel y grasa sobrante de manera uniforme. Ofrece resultados notables y duraderos, con una mejora visible en la firmeza y proporción del brazo.
Indicada para pacientes con flacidez severa en la zona de los brazos tras una pérdida masiva de peso. La incisión de este procedimiento se prolonga desde el brazo hacia el lateral del tórax, permitiendo tratar el exceso de piel también en esa zona. Esta técnica ofrece una transición más natural entre el brazo y el torso, mejorando la armonía general del contorno corporal.
La braquioplastia es una cirugía meticulosa que requiere precisión técnica y experiencia en cirugía reconstructiva y estética corporal.
El proceso inicia con una consulta personalizada en la que el Dr. García evalúa la calidad de la piel, la cantidad de tejido a retirar y la salud general del paciente. Durante esta cita se explican los detalles del procedimiento, los posibles riesgos y las expectativas realistas.
El marcaje quirúrgico se realiza con el paciente de pie, definiendo las zonas exactas de piel a eliminar para lograr simetría y proporción.
La cirugía se realiza bajo anestesia general y tiene una duración aproximada de 2 a 3 horas, dependiendo del caso y de si se combina con otros procedimientos de contorno corporal.
El Dr. García realiza una incisión precisa siguiendo el pliegue interno del brazo. Luego se reseca el exceso de piel y grasa, y si es necesario, se complementa con liposucción asistida por VASER®, una tecnología que ayuda a definir los tejidos con mínima agresión y menor tiempo de recuperación.
El cierre se realiza en varios planos con suturas internas finas para reducir la tensión en la piel y minimizar la visibilidad de la cicatriz. Posteriormente se coloca una prenda de compresión que ayuda a controlar la inflamación y a favorecer la adaptación de la piel al nuevo contorno.
El paciente suele permanecer en observación entre 12 y 24 horas antes de volver a casa.
El tiempo de recuperación depende del tipo de técnica y del estado general del paciente, pero en la mayoría de los casos:
Durante todo el proceso, el Dr. García y su equipo acompañan al paciente con revisiones periódicas y atención personalizada, asegurando una recuperación segura y cómoda.
Toda braquioplastia deja una cicatriz, pero con una técnica precisa, cierres sin tensión y cuidados adecuados, esta se vuelve cada vez más discreta con el tiempo.
El Dr. García utiliza patrones de incisión estratégicos y productos de última generación para optimizar la cicatrización. Además, el uso de terapia de oxígeno hiperbárico —incluida en cada plan quirúrgico— acelera la regeneración de los tejidos y reduce el enrojecimiento y la inflamación.
Se recomienda complementar con:
Los resultados de la braquioplastia son visibles desde las primeras semanas, cuando la inflamación comienza a disminuir. El contorno del brazo luce más firme, la piel más tensa y el aspecto general más equilibrado con el resto del cuerpo.
Estos resultados son duraderos si el paciente mantiene un peso estable, una dieta saludable y una rutina de ejercicio regular. Con el paso del tiempo, el proceso natural de envejecimiento puede afectar ligeramente la firmeza de la piel, pero no la estructura lograda con la cirugía.
Como toda cirugía, la braquioplastia o lifting de brazos implica ciertos riesgos inherentes, aunque la incidencia de complicaciones es baja cuando el procedimiento es realizado por un cirujano plástico certificado con experiencia en contorno corporal avanzado. La mayoría de los pacientes experimenta una recuperación sin contratiempos cuando siguen las indicaciones médicas al pie de la letra.
Las posibles complicaciones pueden dividirse en leves, moderadas y raras, dependiendo de la respuesta individual del organismo y del cumplimiento del cuidado postoperatorio.
Son las más comunes y, por lo general, se resuelven en pocos días con tratamiento médico y reposo adecuado:
Aparecen en un porcentaje reducido de casos y se controlan con seguimiento médico oportuno:
Son extremadamente poco frecuentes, especialmente bajo un entorno quirúrgico seguro:
La braquioplastia puede realizarse como un procedimiento independiente o como parte de una cirugía de contorno corporal post-pérdida de peso, combinándose con:
Estas combinaciones permiten una armonización completa del cuerpo, cuidando la proporción y la naturalidad del resultado final.
El Dr. García Rodríguez es reconocido por su enfoque honesto, humano y realista. Cada paciente recibe una valoración personalizada donde se prioriza la seguridad, la naturalidad y la conexión emocional durante todo el proceso.
Con una filosofía centrada en la elegancia sobre la exageración, el Dr. García logra resultados que no solo transforman el cuerpo, sino también la confianza y el bienestar de sus pacientes.
La braquioplastia o lifting de brazos es mucho más que una cirugía estética: es un paso hacia la reconstrucción de la confianza y la armonía corporal.
Con la experiencia, técnica y sensibilidad del Dr. Antonio García Rodríguez, este procedimiento se convierte en una experiencia segura, humana y transformadora, donde cada detalle está pensado para lograr resultados elegantes, naturales y duraderos.
¿Deseas conocer si eres candidato para una braquioplastia? Agenda tu consulta personalizada con el Dr. García Rodríguez en Guadalajara y descubre cómo puede ayudarte a sentirte cómodo y seguro en tu propia piel.
Los resultados pueden mantenerse por muchos años, siempre que el paciente mantenga un peso estable y un estilo de vida saludable. El envejecimiento natural puede causar una leve pérdida de firmeza, pero el contorno logrado se conserva.
Sí, deja una cicatriz en la parte interna del brazo, pero su visibilidad depende de la técnica quirúrgica, el cuidado postoperatorio y la calidad de la piel del paciente. Con el tiempo, tiende a volverse más discreta.
Generalmente después de 4 a 6 semanas, según la evolución de cada paciente. El Dr. García indica el momento exacto para retomar la actividad física de forma segura.
Sí, es frecuente combinarla con abdominoplastia o lifting de muslos, especialmente en pacientes que se someten a una transformación corporal tras pérdida masiva de peso.